Ser madre es una de las mejores bendiciones que tendrás en un tu vida. Desde que decide ser madre, tu vida cambia por completo. Llegan alegrías, aprendizajes y un camino lleno de retos, que poco a poco irás superando.
En la mayoría de los blogs, revistas y cualquier otro medio o red social de información, siempre recibirás todo lo hermoso que será este proceso. Sin embargo, también es bueno advertir y preparar sobre los retos y las cosas difíciles que una madre vivirá. Es por eso, que comparto con ustedes este post. No me malinterpretes, este proceso es hermoso, es único y son recuerdos y aprendizajes que siempre te acompañarán y que, más adelante, compartirás con tus hijos cuando ellos decidan tener bebés. ¿No es así?… Imagínate los beneficios que tendrás cuando alguien te advierte de las cosas difíciles o duras por las que tendrás que pasar. ¿Genial no?, pues bien, esto te permitirá tomar ventaja, y tener presente cada una de las cosas que nadie te dice sobre ser mamá y así podrás aprender a cómo ser buena madre.
Como docente he conversado mucho con mis mamás a la hora de la salida, en la mañana o incluso en los cumpleaños, y comparto con ustedes los siguientes retos, por las cuáles han pasado cada una de ella.
1. No existe un guía de aprendizaje
Es muy importante siempre tener en cuenta, que no existe una guía que las madres o los padres puedan seguir al pie de la letra, porque cada familia es diferente y cada miembro de cada familia es un ser único con una personalidad diferente. Por eso los patrones no encajan en todos. Sin embargo, a medida que interactúes con otras madres, converses acerca de tus casos, podrás desarrollar tus propias estrategias para aplicarlas en casa y ver si funcionan de manera efectiva.
Cuando decides tener más de un bebé, vivenciarás que cada uno se comporta de manera diferente, les gustan cosas distintas, aprende diferente, tienen personalidades opuestas y actúan y reaccionan de forman muy distinta. En cada una de las etapas, aplicarás diferentes estrategias, manejarás las situaciones diferentes y aprenderás constantemente cosas nuevas.
2. Corres en círculos
Ser madre es correr constantemente en un círculo de rutina. De día a día hacer lo mismo. Te levantas temprano, alistas a los niños, cambias los pañales, alimentas a cada uno de ellos, los llevas a la escuela, luego los buscas, los llevas a clases extracurriculares, al futbol o al ballet y notaras que día a día, te encuentras corriendo en círculos. Cuando tienes más de dos hijos, simplemente se solaparán y te encontrarás corriendo, en dos círculos al mismo tiempo. Esto es ser madre.
Lo importante en este punto, es que sepas manejar el tiempo y tengas tiempo para ti también. Es bueno que las madres, se liberen un poco, se consientan de vez cuando, ya que si no, cargarás mucho tu mente y esto perjudicará de forma negativo en la crianza de tus hijos y en la relación con tu esposo o pareja.
3. Pierdes la paciencia
Otra de las cosas que no nos comenta sobre ser madre, es que perderás la paciencia.
El perder la paciencia con los niños, no es muy bueno del todo. Hay días en que no nos sentimos bien, tenemos mucho estrés, tenemos muchas cosas por hacer y el tiempo no nos alcanza, problemas con nuestra pareja, los problemas en el país, los problemas económicos, la inseguridad, entre otros factores, hacen que cuando estamos en casa o le estamos dedicando tiempo a nuestros hijos, perdamos la paciencia con ellos.
Para evitar perder la paciencia con ellos, debemos trabajar mucho las emociones, saber separar las cosas. Saber qué, si le estamos dedicando tiempo a nuestros hijos, sea de calidad, de tener paciencia, de contar hasta diez si es necesario.
Siempre trata de utilizar como herramienta principal la comunicación y de segundo redireccionar las conductas. ¿A qué me refiero con redireccionar?, a que si tu hijo está haciendo algo que tú no quieres que haga, no utilizar el “No”, como primera respuesta o acudir al grito. Busca siempre redireccionar de manera positiva. Te doy un ejemplo: Imagínate que tu hijo está montado sobre la mesa de la cocina, la mejor forma es de bajarlo, si es pequeño y de expresar, la mesa es para comer, nos sentamos en las sillas” o uno de tus hijo toma un cuchillo y comienza a jugar con él. No le grites porque lo vas a asustar, pídele por favor que te dé el cuchillo o que lo coloque sobre la mesa, explicándole que es peligroso y puede cortar.
Redireccionar es la mejor forma de aprender, ya que no refuerzas las cosas negativas. Los regaños y los gritos pueden reforzar conductas no deseas. ¿Ves que no es tan difícil aprender a cómo ser buena madre?
4. Sentirás a veces impotencia
Como toda madre y padre quieres que sus hijos crezcan felices, que tengan salud y que se encuentren en un lugar seguro. Sin embargo, como madre experimentarás impotencia cuando por ejemplo la maestra de tu hijo o hija te comenta que lo mordieron. O cuando está en el parque o en un cumpleaños, observas y notas que algunos niños tratan mal a tu hijo.
Estas cosas generarán mucha impotencia en ti, es un proceso normal porque no tienes el control de lo sucedido. Sin embargo es de suma importancia que sepas, que estas cosas pasarán a lo largo de toda la vida. Lo importante es siempre mantener la comunicación con tu hijo y con los adultos que cuidarán de ellos. Trabajar en equipo es la clave del éxito.
5. No recibes resultados inmediatos
Cuando se habla de educación, se habla de un proceso progresivo, es decir de un proceso que poco a poco se irá aprendiendo herramientas, conocimientos, valores de manera continua y que poco a poco irá aumentando de magnitud, nivel o dificultad.
Ser madre o padre, implicará un proceso continuo de enseñanza-aprendizaje donde minuto a minuto estrás corrigiendo posturas, enseñando valores, enseñando conocimientos y que notarás que los resultados no serán inmediatos, que tomará tiempo ya que a media que el niño logre entender, comprender y asimilar, irá aprendiendo, y verás los resultados más adelante..
Es de suma importancia que entiendas y sepas que uno educa para toda la vida y que los verdaderos resultados no se notan a corto plazo, sino a largo plazo.
6. Pierdes tú privacidad
Otra de las cosas que debes de saber, es que cuando eres madres pierdes totalmente la privacidad frente a tus hijos, sobre todo si son pequeños. Sin embargo te recomiendo establecer límites, para que esto no suceda, ya que, si no lo haces no podrás ni ir al baño sin la presencia de tus hijos.
A los niños se les puede enseñar la espera de turno, a ser pacientes y saber y entender sobre la privacidad de las personas.
7. Vivirás insultos y malcriadeces por parte de los niños
Este es un punto muy importante. Cuando a los niños no se les ensañan los límites, no se les enseña el respeto hacia la autoridad y se les da a ellos el derecho de gobernar cuándo, cómo y donde quieran, las conductas groseras, los insultos, las faltas de respeto y las malcriadeces, serán vistas a diaria.
Al ser madre es necesario que establezcas normas y consecuencias de las mismas. De igual modo es importante que tus hijos sepan hasta dónde pueden llegar, de lo contrario, sufrirás mucho con estas conductas que se manifestarán en todos lados y no querrás vivir eso. Te invito a ver el post sobre ser padres hoy, ya que te dará Tips, para ser madre y padre del siglo XXI.
8. Tendrás niños dependientes si no les permites intentar
No está mal ayudar a los niños hacer las cosas, pero hay veces que no les permitimos a los niños ser autosuficientes porque ni siquiera los dejamos intentar.
Los niños deben aprender hacer las cosas por ellos mismo. Al principio las cosas no quedarán perfectas, habrá detalles y errores; sin embargo es necesario que como proceso de enseñanza-aprendizaje ellos tengan que pasar por esa etapa.
Es mucho mejor que como madre o padre, al momento del niño intentar y no haber logrado el objetivo, lo alienten y le digan: “muy bien, ya estas aprendiendo, te falta poco”. Además de mencionarle las cosas que sí lograron y mencionarle las que le faltaron de manera positiva. Por ejemplo: El niño está aprendiendo amarrarse los zapatos. Al observar ves que logra hacer los lazos, más no de amarrarlo. Pues bien le comentas: “fíjate bien pedrito, lograste hacer los lazos y eso está muy bien, ya llevas la mitad del proceso solamente te falta amarrarlo ¿sabes cómo hacerlo? Así (lo haces junto con él)”… Y es cuando tú como madre o padre le enseñan esa parte. Veras que con los días, él irá practicando hasta lograr por sí solo, a amarrase los zapatos.
Ser madre es lo mejor, sin embargo estar consciente de las dificultades y los retos, te permitirán estar mentalmente preparada, y sabrás como abordar las diferentes temáticas para ser buena madre.
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